domingo, 10 de febrero de 2013

Finalista del Premio Ribera del Duero 2013

Esta semana, no me acuerdo qué día, me había levantado con esta cara, como de resaca sin haber bebido. Y me sentía gris e invernizo como las canas y la chaqueta, pero llegó la sorpresa de que mi nuevo libro, "Caminos anfibios" estaba entre los seis finalistas del Ribera del Duero 2013 y ya no sé que pasará en adelante (una competencia tan difícil: Tizón, Padilla, Nielsen, Nettel y Peri Rossi), pero haber llegado tan lejos (entre casi 900 manuscritos) ya es para mí un premio, una quiebra en el hielo y en la espera en la que habitualmente vivimos los escritores.
 

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