lunes, 25 de febrero de 2013

El "lugar en el mundo" de los personajes de ficción

Se ha escrito mucho acerca del modo tan peculiar de existencia que tienen los personajes de ficción. Sin existencia real y, al mismo tiempo, cuando resultan logrados, hablamos de ellos y de sus peripecias, elecciones, errores trágicos, maneras de ver el mundo... como si estuviesen entre nosotros y hubieran "tomado cuerpo". Algunos se quedan, de hecho, con nosotros para siempre o pasan como herencia entre generaciones.  En el final del relato "El Ruletista", de Mircea Cartarescu, el autor sale por un momento de la historia que cuenta para considerar esta misma cuestión respecto de su protagonista. Cartarescu comenta:
"A pesar del hecho de que era imposible que él existiera, lo cierto es que ha existido. Hay un lugar en el mundo donde lo imposible es posible, se trata de la ficción, es decir, la literatura. Allí las leyes del cálculo de probabilidades pueden ser infringidas, allí puede aparecer un hombre más poderoso que el azar. El Ruletista no podía vivir en el mundo, lo cual es en cierto modo una forma de decir que el mundo en el que él vivía era ficticio, que era literatura (...) Los personajes no mueren jamás, viven siempre que su mundo es ´leído´. Aunque jamás consiga besar a su amada, el pastor pintado en una urna griega sabe al menos que la va a contemplar eternamente. Esta es mi apuesta y mi esperanza".

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