Si es que eso puede llegar a ocurrir, este pasado verano, en Weimar, me sucedieron demasiadas cosas. Conforme tomaba notas al hilo de los días (unas 50 páginas de cuaderno) y hacíamos fotografías con la cámara y con mi Blackberry, pensaba en una posible y extensa entrada para este blog. Puede que el exceso de materiales funcione ahora en mi contra, como cuando uno acumula demasiadas páginas y anotaciones para el proyecto de un nuevo libro. A veces es mejor contar sólo con unos pocos, pero seguros hilos de los que ir tirando. Me siento ahora incapaz de relatar o resumir una experiencia como la del pasado agosto, en la que hubo mucho ocio (mucho pedalear y caminar descubriendo personas y lugares nuevos), pero también un gran aconteciento (al menos para mí): terminé por fin mi nuevo libro de relatos y estoy bastante satisfecho con los mundos y las atmósferas que he querído retratar. No cuento más. Sólo cuelgo aquí, casi al azar, algunas fotos de mi última estancia en Alemania, que no resumen nada pero muestran algo.
La universidad Schiller en Jena |
Mis carteles favoritos. En ruta con la bici |
Lugares agradables donde comer, como El oso negro |
Algunos de los libros que compré en Weimar |
Algunos días o ratos de lluvia mientras en España no caía una gota |
Las "Heidelbeere" (arándanos) de cada día |
La habitación en la que escribía cada tarde |
Otros ángulo de la habitación... |
Caminos de bosque. El cuarto era yo |
...en la que terminé mis nuevos relatos |
Mientras escribía, Goethe me miraba cada tarde desde la pared, pero parecía estar de mi parte |
Casas en Jena junto al río |
Buenos tiempos de agosto. Junto al palacio de Kromsdorf |
Un antiguo piano en el palacio de Weimar |
Otra de mis señales favoritas. La prioridad queda clara |
Viejos coches del Este que aún circulan. El famoso Trabi de la DDR |
La célebre "Thüringer Bratwurst" |
Apoldaer fue toda una estrella |
Otro bonito Trabi de la antigua Alemania |
Desde la ventana de casa sólo bosques |
Pasando junto a la casa de jardín de Goethe |
Camino ciclista del valle del Ilm |
El supermercado también es importante |
No es nuestro jamón, pero el jamón ahumado de la Selva negra... |
Praderas sin fin |
Entrada a la casa de Listz |
Sin palabras |
La Gartenhaus de Goethe junto al río Ilm |
Rutas increíbles |
La torre de la iglesia de St Michael en Jena |
Paisajes |
Si Schiller o Goethe supieran de sus grandes almacenes... |
Faltaban 23 km de regreso en bici |
Eh. Kommst du mit? ¿Vienes? |
Sí. Existe también el Salami Goethe |
Tras 23 km de bici desde Weimar, estamos en Erfurt |
En Erfurt, una mañana de luz |
El té negro a la menta para combatir el calor |
Esta leyenda resume bastante bien a lo que me dediqué este verano |
Parece un tractor, pero así son aquí los cortacésped |
Lo del cortacésped está genial. No sé cómo has podido escribir con la cara de Goethe vigilando.
ResponderEliminarEsperaremos este nuevo libro.
Gracias por el reportaje.
Besos
Gracias, Inma. Superar la mirada de Goethe fue un reto añadido, pero a la vez pensaba... ¿y si no le importa prestarme un poco de genialidad y poesía para salir del aburrimiento de agosto de su marco de pared? Ayer me habló de ti (y muy bien), aparte de Goethe, Lola Larumbe, de la librería Alberti de Argüelles. Un abrazo
ResponderEliminarLa librería me ha gustado mucho, es muy acogedora y Lola también.
ResponderEliminar(El Die Zeit de hoy tiene 80 páginas dedicadas a la feria del libro y jóvenes escritores,no sé si lo has visto)...Aquí ya estamos con el estrés del comienzo del semestre.
Besos
Hallo nochmals, Inma. Lola es de verdad fuera de serie. No sabía lo de die Zeit. Gracias por darme la referencia. Un abrazo.
ResponderEliminarErnesto, celebro que estés de vuelta. Con tantos materiales casi has compuesto, aquí en tu blog, una novela gráfica así como simbolista, bucólica, evocadora y algo imposible, como deben ser las buenas obras de arte. Bromas aparte, enhorabuena por haber dado buen término a tus cuentos, con Goethe como juez. A ver si nos vemos pronto y hablamos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno, Miguel Ángel. Reconozco lo caótico de esta entrada. El servidor daba un problema y no he podido subir otras imágenes que éstas. Me he limitado a glosar un poco las que me permitía colgar. Un abrazo. Me alegra saber de ti
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