martes, 16 de octubre de 2012

Verosimilitud e inverosimilitud

A menudo se le pide a los escritores un esfuerzo de verosimilitud en sus narraciones, e incluso se les critica por "inverosímiles". El escultor que se ocupó en su día de representar a cuatro glorias de la literatura y el pensamiento alemanes (Schiller, Goethe, Herder y Wieland) en el Palacio de Belvedere (a las afueras de Weimar), debió sentirse liberado de este afán de recrear al menos parecidos entre lo vivo y "lo pintado". Iba, como solemos decir, "por libre", o, transfigurado por esta vegetación, se sintió por un momento César Aira y... se dejó llevar. Yo no pude evitar, este agosto pasado, hacer un poco el idiota junto a los cuatro bustos y, de paso, imitar, como quería Rilke "la calma de la piedra". Busqué mi propio parecido. 
 
Con Schiller

Con Goethe

Con Herder

Con Wieland
 (Las 4 fotografías las tomó Antonio Calabuig Castro)
 

1 comentario:

  1. Sin lugar a dudas, lo deseable sería que buscases el parecido con un busto de Novalis :)
    (No olvides, por favor, enviarme Expuestos, siento mucha curiosidad.Gracias)
    Besos

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