miércoles, 23 de julio de 2014

Teoría de la supercompensación

Cuando yo era un joven atleta, corredor de mediofondo, tuve un entrenador, Antonio Postigo, que estaba absolutamente obsesionado por la "teoría de la supercompensación". Básicamente significa no conformarse con entrenar suave, sino, al contrario, sobrecargar el cuerpo, exigirse. La teoría es: el que entrena lento se queda lento. El que entrena a ritmo duro recibe, en cambio, la recompensa de un cuerpo veloz, preparado para sorpresas de cambios de ritmo en la competición, etc. Con aquellos entrenamientos salvajes, progresábamos deprisa, pero también muchos se quedaban, o nos quedábamos, por el camino (o llegabas a fin de temporada roto). Me pregunto qué será en literatura algo parecido a la supercompensación. Es obvio que no se trata de escribir una novela o dos al año por una suerte de inercia de "escritor profesional" (eso ya lo hacen Pombo, Reverte, Luis Mateo Díez... y tantos otros grafómanos que cumplen su contrato editorial incluso sin tener mucho o nada nuevo por decir). Como dijo Eliot, One can write too much. Creo que la supercompensación literaria tiene más que ver con no soltar el hueso de la creación, con ser un instrumento abierto y afinado, y un lector voraz, casi enfermo, como lo era Bolaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario