miércoles, 24 de abril de 2013

Resaca tras el Día del Libro

¿Y si la mejor novela que uno pueda leer en los últimos tiempos, la más intensa y repleta de hallazgos verbales fuera la reciente "La transmigración de los cuerpos" de Yuri Herrera (Ed. Periférica). De ella no he escuchado hablar ayer en los telediarios españoles, donde un marciano de paso creería que la literatura la hacen y representan un tal Zafón, un tal Falcones, una tal María Dueñas... Ya dijo Heidegger, al final de su vida, que sólo un dios puede salvarnos. Y en los últimos tiempos va siendo urgente. Ah... Los "grandes grupos". Pero de la corrupción análoga en muchas de las pequeñas editoriales. Oh sí... esas que "van de limpias" y son proclives a las lecciones morales, puedo hablar un ratito, pero otro día. Que uno va conociendo esos mundillos. Y arrestos -como a los logrados personajes de Yuri Herrera- no me faltan.

jueves, 11 de abril de 2013

Presentación de "29 cadáveres", de Pepe Cervera

Ayer presentamos (Fernando Valls y yo) en la librería Tres Rosas Amarillas el nuevo libro de Pepe Cervera. Pasaron por allí buenos amigos como Inés Mendoza, Ángel Zapata, Manu S. Vicente (Manu Espada), Juan Jacinto Muñoz Rengel, Oscar Esquivias, Miguel Ángel Zapata, Miguel Ángel Arcas, Marcelo Luján, Julio Jurado, mi hermano Alejandro...
Fernando Valls, Pepe Cervera y Ernesto Calabuig




 

miércoles, 10 de abril de 2013

Ciudad y objetos. Dos extrañezas en palabras de Chejfec

Leo y reseño para El Cultural de El Mundo la última novela del argentino SERGIO CHEJFEC ("La experiencia dramática" Candaya, 2013). Dejo reposar el libro y, al hojearlo ahora, descubro estas dos extrañezas entre mis subrayados. (La primera me hace pensar, no sé por qué, en la aurora de Nueva York de Lorca. La segunda, en seres queridos que ya se marcharon):

Acerca de LA CIUDAD:
"Pero en esta ocasión a Rose se le ocurre pensar que el ruido de la ciudad no parece un rumor sino un gemido. El gemido ambiguo de un individuo, humano o no, que ha enloquecido o está desesperado, pero que sabe disimular el canto, de advertencia o de arrepentimiento, o acaso los dos a la vez, que profiere" (p. 146)
Acerca de los OBJETOS de quienes ya fallecieron:
"Todos estos objetos son pruebas de lo sucedido, pero por algún motivo no testimonian ya la vida de la que provienen" (p. 115)