Como mi reseña del pasado viernes en El Cultural de El Mundo acerca de Habitaciones privadas, de Cristina Peri Rossi apareció tan recortada que dejaba fuera asuntos y temas centrales del libro e incluso el análisis de algunos relatos importantes, me decido a colgarla aquí íntegra en mi blog para que al menos resulte comprensible.
Habitaciones
privadas
CRISTINA
PERI ROSSI
Menoscuarto
ediciones. Palencia, 2012
120
pags, 13, 50 euros
Diez cuentos conforman esta obra con la
que la uruguaya Cristina Peri Rossi (Montevideo, 1941) obtuvo el Premio NH de
relatos. Hay libros que son hijos de su época, de su momento concreto: el
lector se encuentra aquí ante una sucesión de estampas absolutamente
contemporáneas. No es extraño que la primera, “After Hours” transcurra en un
garito de carretera en medio de La
Mancha y que nos meta de lleno en el problema de las mafias y
la prostitución de mujeres del Este. El lío en el que se ve envuelto el
quijotesco protagonista en ese local, tras una avería de su coche, será el
asunto de este cuento. Peri Rossi describe el desarraigo de unos personajes que
sobrellevan malos matrimonios y apenas saben nada de sus hijos: “Uno estaba en
Washington, le parecía, haciendo un máster de algo” (p. 10). Idéntico estado de
la pareja de “Las tres eses” y su hijo adolescente. En otro texto “La
redención”, a propósito de un asesino de mujeres, la autora reflexiona sobre un
mundo amarillento donde cualquier desalmado puede tener su momento de fama. El
engaño que sufre la profesora de “Se busca” desvela una soledad contemporánea que
trata de paliarse conversando en una línea erótica. De paso, Peri Rossi nos habla
de largas jornadas de trabajo o de despidos que paralizan frente al televisor.
La soledad dentro del matrimonio es una constante del libro, se aprecia en la
figura principal de “Carta blanca”, un marido adicto a un juego de cartas de
ordenador, algo que prefiere a la compañía de su esposa o a los agobios de la
paternidad. Su matrimonio se describe como “una serie de reproches que atacan
la intimidad” (p. 49). Poderoso es el relato “HB2”, con ese congreso
farmacéutico-médico sin escrúpulos y su terrible apuesta final. Curiosa torsión
de la infidelidad en el encuentro de hotel de “Dormir de amor”. Peri Rossi adopta
el aire del informe de casos clínicos para detallarnos la intermitencia suicida
de la Sra. Olson
en “Terapia” y permitirnos ver mucho más allá de las paredes de un
psiquiátrico. Se burla, de paso, de los formularios mentales: “La señora Olson
contestó que sí, que en general se sentía satisfecha con su vida, excepto
cuando no se sentía satisfecha con su vida” (p. 78). Psiquiátras, psicólogos y
psicoanalistas quedarán en evidencia en el robo al banco de “Como la chistera
de un mago”. Adicciones, erotismo, excitación, juego, mimetismo vegetal y
animal, claves del libro y de esa última “Lección de zoología”. Estos son
relatos bien medidos, que llaman a las cosas por su nombre y nos acercan a
existencias concretas. Al valor
literario se suma el sociológico: la descripción atinada de un tiempo extraño y
bastante inhumano.
ERNESTO
CALABUIG
Espero tener más suerte a la segunda (la primera vez no pude publicar el comentario).
ResponderEliminarTe decía que me alegré mucho al saber que Peri Rossi había publicado en la misma editorial que tú. Es una autora que me gusta muchísimo. Y su habilidad para contar grandes historias (especialmente grandes sentimientos) en relatos breves es increíble, así que eso, sumado a tu crítica, me hace pensar que este nuevo libro promete...
Gracias por traerla a tu blog. Un beso muy grande
Gracias, Ernesto, por proporcionarnos la reseña completa. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti, Fernando. Estaba leyendo tu anécdota de la reparación de bicis y la aplicación de desodorantes sin rubor femenino en pleno metro berlinés cuando me ha llegado tu mensaje. Un abrazo para los dos. Ernesto
ResponderEliminarGracias, Conchi. Me alegra que te interese la autora -de tu querido Uruguay- y mi reseña. Un abrazo
ResponderEliminarSupongo que, en esta época de recortes, no podría ser menos que que te recortasen la reseña, y además cuanto más al tuntún más a la moda.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí. Esa debe ser la explicación. Un abrazo, María
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