Leo en la última novela de Fernando Vallejo, El cuervo blanco:
"El buen políglota es el que es capaz de cambiar de alma (...) Eso de que alguien sabe diez, veinte, treinta idiomas, significa que los puede medio leer o medio entender o medio hablar. Bastantes son los mitos que venimos perpetuando para que sigamos con este".
Qué bonita y perfecta definición
ResponderEliminarSí. A mí también me ha impresionado por lo certera y auténtica que es. Muchas gracias!
ResponderEliminarHola Ernesto:
ResponderEliminarEsta cita de Vallejo me ha hecho pensar en otra de "Bella del señor", de Albert Cohen, cuando al describir a una secretaria, dice de ella que era una mujer idiota en 4 idiomas.
saludos
Gracias, David. Me gustó mucho conocerte. Saludos hasta tu ciudad sin cines.
ResponderEliminarBueno,no he leído la novela de Vallejo pero , la verdad, tampoco se pueda decir que sea un mito que haga daño a nadie ¿No? Incluso habla de nuestra eterna aspiración, mitológico española, o afán ( por usar un término landeriano), o de la humanidad misma, Babel etc....
ResponderEliminarBesos
Una cita muy bonita, me encanta que hable de los idiomas, son tan bonitos y útiles! deberiamos poder medio entenderlos, hablarnos y leerlos todos!
ResponderEliminarUn saludo,
Daria
Jamás presumiré de hablar bien ninguna lengua (ni siquiera la española), ya que solo chapurreo algunas palabras en otros idiomas, las suficientes para hacerme entender con personas de otros lugares que se van cruzando por el camino. Siempre he defendido que cuando quieres comunicarte... lo consigues.
ResponderEliminarPero me encanta esta reflexión de Vallejo y que la traigas a tu blog. A mí me ha hecho pensar en los viajes y en cómo mucha gente identifica hacer turismo con conocer un lugar, que son dos cosas, para mí, muy diferentes. Una vez, durante un viaje, elaboramos una lista de cosas que deberíamos considerar para decir "conocemos un lugar": en ella había definiciones como "visitar un mercado", "hablar con los locales", "beber en uno de sus bares"... Para mí tiene mucho que ver con esa descripción que Vallejo hace del políglota: un buen viajero es una persona capaz de cambiar de alma, pero no en el sentido de perder la suya, sino de vestirla con esas características propias de los lugares y las gentes que va conociendo...
Perdón, Ernesto, por irme del tema, pero es lo que me sugirió tu entrada. Un beso enorme
Gracias, María, por traer aquí ese "afán" del gran Landero que todo lo mueve, empezando por nosotros. Besos
ResponderEliminarGracias Amelie/Conchi, por tus reflexiones sobre los idiomas, el viajar, el conocer... siempre sobre la ruta y siempre abierta al mundo y a los otros.
Gracias, también, Daria, de "Cursos idiomas de Barcelona", por tu interés y por tus palabras.
Tras leer esto desisto de atragantarme cada vez que intento decir: ishspreschcaindoch.
ResponderEliminarDeberían inventar el Esperanto de almas.
Me ha encantado esta cita.Un abrazo poliglotísimo.
Pili R.
Hola, Ernesto:
ResponderEliminarAquí te dejo una linda iniciativa para dar a conocer ciertas bitácoras. Como verás, tú estás entre mis recomendaciones. Te mando un beso enorme.
http://mispiessobrelaruta.blogspot.com.es/2012/06/haciendo-amigos.html
Muchas gracias, Conchi. Haré lo propio con esos Premios Liebster. Un abrazo fuerte.
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