Estrictamente literario: el secreto del Cholo Simeone no reside sólo en su fuerte personalidad, ni en ser un excelente entrenador que transmite esa personalidad a sus jugadores. El secreto es que tiene 25 jugadores que se sienten TODOS titulares y a la vez suplentes y que cuando saltan a entrenar o a competir saben que, de lo que hagan, dependerá estar en el campo o en el banquillo. Se lo he escuchado esta mañana a su auxiliar, el Mono Burgos. También ha dicho que para el Cholo el esfuerzo es irrenunciable. Auténtica justicia retributiva, ¿no? Pensemos en un editor de verdad, un Cholo Simeone de la literatura que pudiera de verdad animarnos desde la banda, valorar nuestros méritos y colocarnos en el lugar que nos corresponde. Más de uno dejaría de sentirse en la mazmorra de la indiferencia y el desánimo, tan comunes, y recibiría un merecido y tranquilizador baño de luz. Y viceversa: más de un corrupto, trepa, autor de sexta fila, ganador de premios prefabricados y de trajes hechos a medida pasaría un tiempo a la sombra... que merece. What a wonderful world!
Bueno, alguien así vendría también bien para presidente del gobierno, o de los gobiernos ( nacionales, federales, republicanos, extranjeros, grandes, pequeños...).
ResponderEliminarY qué bien el Atlético! Pequeñas alegrías nos da la vida.
Un abrazo